Nada más llegar de la playa o la piscina recomendamos lavar tu bañador o bikini con un jabón líquido para ropa delicada y con agua fría, que elimina el cloro y la sal. No utilices agua muy caliente (daña el tejido, lo encoge y destiñe), ni detergente en polvo (es más agresivo y endurece la tela), ni suavizante (hace que las fibras y elásticos den de sí), ni lavadora (la tela se desgasta y pierde color).